Vicio propio, de Paul Thomas Anderson



Vi esta película la semana que se estreno y a la siguiente creo que ya no estaba más. Nunca un acto de justicia tan oportuno, por lo menos evitaron que otros como yo la vean. Muy mala, aburrida, sin diálogos interesantes, con grotezcos fuera de lugar. En conclusión solo sirve para dormir, como ruido de fondo.

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