Vi esta obra el miercoles 26 de octubre en la sala Martín Coronado (la grande) del San Martín. Totalmente llena, con muchos grupos, mucho ruido y mala educación como es habitual. Celulares y gente hablando todo el tiempo. La obra fue divertida, con un novedoso recurso multimedia que permitian el cambio de escenarios. Con algunas buenas actuaciones, músicos en escena, muchos bailarines. Muy entretenida.Que aprendí, que desde siempre hubo gente que solo vive de apariencias.
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