Leí este libro con sorpresa, está bien escrito, pero con odio, con bronca. La autora le da vuelta a todo y termina emparentando a la izquierda con el terrorismo islámico y poniendo a la iglesia católica de complice. Maximiza todas las atrocidades del Islam, que son ciertas, pero no son ni mejores ni perores que cualquier otro fanatismo religioso. Justifica Bush y toda la ofensiva occidental y llega a definirse como atea-crisriana. Es raro, pero sirve para conocer el pensamiento de muchos europeos y sus temores de la invasión árabe.
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