Vi esta obra el miercoles 8 de octubre de 2008, en la sala Casacuberta, para mi gusto la mejor del San Martín. Muy buena escenografía, buenas actuaciones y una interesante y destacada labor de Pompeyo Audivert, sobre todo cuando dejaba de actuar y hablaba directamente a los espectadores. Un mensaje dentro del mensaje, muy actual. Una obra política, histórica, nihilista, dura. Muy buena.
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