Definiría este libro como una novela gastro-erótica. Mezcla dos de los placeres mas lindos de la vida (por lo menos para mi) sexo y gastronomía. Muy intensa y poética, donde la metáfora alimentica está siempre presente. La calificaría como buena. Al final hay un Kamasutra para golosos, que prometia mas, pero no aporta demasiado.
Definiría este libro como una novela gastro-erótica. Mezcla dos de los placeres mas lindos de la vida (por lo menos para mi) sexo y gastronomía. Muy intensa y poética, donde la metáfora alimentica está siempre presente. La calificaría como buena. Al final hay un Kamasutra para golosos, que prometia mas, pero no aporta demasiado.
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